martes, 4 de octubre de 2011

Movistar y Claro

Para los que quieren salir corriendo a Movistar y Claro:

Situación actual de las telecomunicaciones en Latinoamérica

Perú
Movistar SMS: ¢155,4; minuto: ¢518.
Claro SMS: ¢18,13; minuto: ¢88,06

República Dominicana
Claro SMS: ¢155,1; minuto: ¢310,8

Uruguay
Movistar SMS: ¢86,33; minuto: ¢259

Costa Rica
Grupo ICE-Kolbi SMS: 1,5 Colones; minuto: ¢33

Claro y Movistar, están moviendo influencias políticas para que la SUTEL suba las bandas de las tarifas del minuto pleno y mensaje de texto. Minuto pleno de ¢33 a ¢89 Mensaje de texto ¢1.5 a ¢21. Así dejaría de existir el minuto reducido y todas las operadoras (incluyendo el ICE) tendrían que cobrar esos valores como mínimo.

¡BIENVENIDOS A LA APERTURA! :)

martes, 13 de septiembre de 2011

Costa Rica y el Partido del Café

En la actualidad es de conocimiento general la existencia del famoso Tea Party estadounidense. Este se compone de una variopinta mezcla de personas cuyos únicos puntos en común son evitar que Estados Unidos se conviertan en un Estado socialista y recuperar “América para los americanos” (sic).

Pero este no es un hecho aislado. La matanza en la isla de Utoya (Noruega) reflejó cómo la pasión homicida se desataba por Europa sin que las autoridades se percataran. En su esfuerzo por acabar con el terrorismo islámico, las naciones de Occidente han hecho a un lado las posibles amenazas que pueden provenir desde dentro de sus fronteras.

Es aquí donde llama la atención que aún países periféricos como Costa Rica no sean ajenos a esta realidad. En los últimos años han pululado líderes políticos que utilizan los centros de adoración como trampolín electoral. Atizan a sus votantes con la supuesta infalibilidad que les confiere su estatus de dirigentes religiosos. Aunque también hay representantes ajenos al ámbito de la fe, se ha generado una serie de enfrentamientos ideológicos y dogmáticos propios de épocas muy lejanas. Lo cierto es que dichas disputas deberían formar parte de los libros de historia en vez de la realidad del siglo XXI.

Como consecuencia, es común leer en las redes sociales comentarios netamente doctrinales para justificar los argumentos de otra naturaleza. Los componentes del “Partido del Café” citan indiscriminadamente la Biblia para probar tesis en temas tan diversos como: la confesionalidad del Estado, la fecundación in vitro, las uniones civiles entre personas del mismo sexo y, más recientemente, el voto de Costa Rica para el reconocimiento de Palestina.

Apunta el diario El Mundo que el Tea Party: “[…] tiene un componente emocional tan importante como el político, y que es resultado de los miedos e incertidumbre que generan la globalización, la crisis económica, y varios cambios sociales que vive el país”. Es evidente cómo este es un rasgo común entre la agrupación estadounidense y el movimiento tico, los cuales toman posiciones extremas que muchas veces riñen con los datos científicos disponibles.

Es así como se identifica la necesidad de que surjan líderes moderados legítimos que sirvan de contrapeso a este pequeño pero bullicioso grupo de fanáticos. Son ellos los responsables de acallar estas voces. De lo contrario, quienes buscan la adopción de políticas públicas modeladas según sus interpretaciones bíblicas estarían socavando los principios democráticos sobre los que yace el Estado costarricense. Las experiencias del pasado –el fascismo, especialmente; y el nazismo, en menor medida– demuestran cómo es mejor ser proactivos con esta clase de movimientos sociales en vez de actuar cuando la debacle ha ocurrido.

Por lo dicho anteriormente es que urjo a las distintas fuerzas conservadoras del país a que se muevan hasta sus bases. Ha llegado el momento de posicionarse hacia una agenda que, manteniendo sus valores, los modernice, les permita moderar el radicalismo y ofrecer propuestas basadas en la racionalidad.

martes, 2 de febrero de 2010

Si por la víspera se saca el día...



¡"Dios guarde" quede esta vieja santulona!

lunes, 1 de febrero de 2010

¿Y todavía quieren que les creamos?

Es imagen vale más que mil palabras (o mil pensadores)


viernes, 1 de enero de 2010

¿PRESIDENTE o PRESIDENTA?

En español existen los participios activos como derivados de los tiempos verbales.
El participio activo del verbo atacar, es atacante;

  • el de salir, es saliente;

  • el de cantar, es cantante;

  • el de existir, existente.

¿Cuál es el participio activo del verbo ser?

El participio activo del verbo ser es el ente.


¿Qué es el ente?

Quiere decir que tiene entidad. Por ese motivo, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se le agrega al final -nte.

Por lo tanto, a la persona que preside, se le dice presidente, no presidenta, independientemente del sexo que esa persona tenga. Se dice capilla ardiente, no ardienta;

  • estudiante, no estudianta;

  • paciente, no pacienta;

  • dirigente, no dirigenta.

Nuestros políticos (y muchos periodistas) no sólo hacen un mal uso del lenguaje por motivos ideológicos, sino por ignorancia de la gramática de la lengua española. Una demostración esto se puede notar en que si aplicamos el confuso principio de género, habría que escribir, entre otros:

  • el dentisto,

  • el poeto,

  • el sindicalisto,

  • el pediatro,

  • el pianisto,

  • el turisto,

  • el taxisto,

  • el artisto,

  • el periodisto,

  • el violinisto,

  • el telefonisto,

  • el gasisto,

  • el trompestisto,

  • el techisto,

  • el maquinisto,

  • el electricisto,

  • el oculisto...

Eso sí, debemos hacer la aclaración que si Laura Chinchilla queda de presidente no será ni esto ni "presidenta"; sino que, por el contrario, siempre será marioneta.

martes, 15 de diciembre de 2009

Arias reprobado en Historia

Por: Juan José Sobrado Ch.

En la sección de Opinión de La Nación del 15 de noviembre pasado, don Oscar Arias señala cuatro supuestas “trabas culturales” que impiden el desarrollo de Costa Rica. Lo que dice ahí demuestra que: a) no conoce la historia de Costa Rica; b) es in-auténtico y falso, porque predica todo lo opuesto a lo que hace; y, b) quiere que Costa Rica retorne a los peores momentos del pasado con el liberalismo manchesteriano en auge.

Falso que Costa Rica haya tenido aversión al cambio y al desarrollo, como la falsa “traba cultural” que aduce. Nuestra historia demuestra todo lo contrario.

Rotas con la independencia las cadenas del imperialismo español, se inició a partir de 1830, con el apoyo del Estado que repartió tierras y estímulos, la agricultura del café, que a fines de siglo ya había permitido un impresionante desarrollo, que se obtuvo bajo las fuerzas de la producción actuando bajo una verdadera libertad para todos los factores de la producción. Régimen que, hasta su expropiación por el manchesterianismo de fines de siglo, fue el del liberalismo, clásico, con la trilogía ”egalité, liberté y fraternité” de la Revolución Francesa. La “fraternité” le fue luego arrancada, y la “egalité” y la “liberté” dejadas solo para algunos. Ese “neoliberalismo” es en el que don Oscar cree y nos quiere imponer autoritariamente, y del que se extraña que la gente -por supuesto- no lo quiera.

En primera línea. Según un estudio del investigador norteamericano Richard Lynn Ground, elaborado para la CEPAL, la tasa de crecimiento del ingreso nacional en Costa Rica entre 1843 y 1894 fue de 5.3% anual (solo sobrepasada por la de Estados Unidos), y la del per cápita de 3.3%, la más elevada del mundo, sí, del mundo.

A finales de siglo XIX San José fue una de las primeras ciudades de América en tener sistema público de electrificación y una red de cloacas con plantas de tratamiento para las aguas negras, así como un Teatro Nacional de gran calidad. Este es el país que, según don Oscar, tiene “aversión al cambio”, por lo que nos da la receta de los grilletes neoliberales y del imperialismo de Mr. Bush, para que nos “liberemos”.

En lo social, cuando el régimen conservador, pero inteligente, del Canciller Bismarck establecía las garantías sociales en Alemania, el pensamiento egoísta que representa ahora don Oscar, a través del presidente José Joaquín Rodríguez, de la década de 1890, calificó las ideas del ObispoThiel, basadas en la Encíclica Rerum Novarum, de “anacrónicas, erróneas y peligrosas”.

Ese mismo pensamiento egoísta se opuso a las garantías sociales y al seguro social, en la década de los cuarenta del siglo pasado, calificándolos de “caldero-comunismo” (aunque ahí incluía al arzobispo Sanabria). También, sin saberlo, incluía al gran presidente Franklin Delano Roosevelt, de los Estados Unidos, que había alentado a Calderón Guardia en sus reformas, “para impedir el avance del comunismo”.

No todo el pensamiento tradicional fue egoísta y ciego. El gran empresario que fue don Julio Sánchez Lépiz, bisabuelo de don Oscar, fue modelo de visión social, y de pensador al respecto. También don Manuel Francisco Jiménez Ortiz, quien como ministro de don Ricardo Jiménez, con gran sentido de equidad, estableció en la década de los treinta del siglo pasado el actual Instituto del Café, para regular las relaciones entre productores, beneficiadores y exportadores del grano.

Otro gran presidente norteamericano, Woodrow Wilson, puso orden institucional en Costa Rica, luego que los autoritarios hermanos Tinoco le dieron un golpe de Estado a don Alfredo González Flores y establecieron una dictadura. Ya vendrá entonces Barack Obama, otro gran presidente norteamericano, a eliminar toda la basura imperialista que metió Mr. Bush en el TLC, con violación en primer lugar de la ley norteamericana que no se lo permitía. Privilegios a los inversionistas, a las farmacéuticas y a otras propiedades e intereses, contrarios a lo que permitía la ley norteamericana, y que don Oscar avaló en contra de su pueblo.

No confundir cambio con retroceso. Luego de la revolución del 48, las ideas de Rodrigo Facio, basadas en el liberalismo integral referido, y no en el socialismo, fueron determinantes, y estuvieron en la base del gran desarrollo que tuvo Costa Rica hasta fines de los años setenta. De esas ideas, basales del Partido Liberación Nacional de otrora, es de las que se aparta don Oscar para predicarnos un retorno a los contratos ley, a los monopolios extranjeros y a los contratos sin licitación. No, muchas gracias don Oscar, le tenemos aversión a eso. Por favor, no confunda cambio con retroceso.

Como otra “traba cultural” don Oscar señala el “continuo desprecio por el Estado de Derecho”. Solo eso faltaba: el diablo vendiendo escapularios, porque don Oscar ha practicado el más completo desprecio por el Estado de Derecho, con la peor de las corrupciones: la corrupción de la ley o en fraude de la misma (artículo 20 del Código Civil), que consiste en alegar las formas para perseguir propósitos prohibidos. Tal ha sido el caso con las normas ambientales, de planificación urbana, con el “estadio ecológico”, las concesiones, el contrato de Alterra, con las leyes de “aplicación del TLC”, etc. Toda una larga historia para camuflar una “dictadura en democracia”, tan grata a los oídos presidenciales.

Pero también de la Constitución, de cuyas normas que le impiden al gobernante intervenir en política, afirma que son “estupideces”. Normas que fueron votadas, por cierto, por su ilustre abuelo y constituyente don Juan Rafael Arias, quien sí conocía nuestra historia, porque ésta demuestra que son indispensables.

Finalmente, nos predica como “traba” el desprecio por la paz. Posiblemente se refiere a su guerra contra la naturaleza, y a la guerra en las carreteras, producto del despelote vial auspiciado por el olvido de la infraestructura, que, si bien su gobierno trató de atenderlo, lo hizo mediante abusivas concesiones, como las viales de la autopistas de Caldera y San Ramón, mediante cambios que implican contrataciones directas; o, en el caso de Alterra, de brincarse el contrato original para pactar en forma directa una nueva base contractual sobre lo pedido por Alterra.

En este último caso accedió a que al país le costara $1.000 millones una mísera ampliación del Santamaría, que nunca lo hará “de clase mundial”, como lo hizo ver desde un principio la firma consultora norteamericana, sino que será un mero refuerzo mientras se construye un nuevo aeropuerto en Orotina, indispensable para el 2020, pero que no se ha ni empezado, y que este nuevo contrato con Alterra impide, porque ahí se va toda la plata necesaria para ello.

Más abusos se asoman en el horizonte. Según ha revelado la Cámara de Exportadores (CADEXCO), el nuevo puerto concesionado que se pretende construir en Limón no debiera costar más de $400 millones de dólares, porque eso han costado en otras sitios puertos equivalentes, pero el gobierno lo valora en $800 millones.

Costa Rica no bota la plata en armamento, ciertamente, lo que en todo caso es mérito de otros, pero si la bota a raudales, como si la tuviera, en todos esos dispendios.

Comprendemos que don Osca está muy ocupado con los elevados problemas mundiales, como para ocuparse de nuestros problemas. Sin embargo, lea la cara de asombro que ponen los jefes de Estado interlocutores, porque nada nuevo les está diciendo.

Creo que el error de don Oscar consiste, como bien lo expresó su ilustre bisabuelo don Julio Sánchez Lépiz, “en pensar que, los que hemos hecho cuatro reales, tenemos ya derecho a opinar sobre todo, y la pretensión de saberlo todo”.

domingo, 18 de octubre de 2009